Para muchos de los que venimos a Canada el principal catalizador de nuestros afanes son nuestros hijos y su crecimiento.
Esperamos que tengan mejores oportunidades para desarrollarse en su nuevo país, el proceso de adaptación tiene sus complicaciones pero es menos difícil que el de los adultos.
Hay muchos asuntos, relacionados con los pequeños, que nos ocupan y les damos una alta prioridad, como seria la selección de la mejor escuela, el lugar donde vamos a vivir que sea adecuado para las familias, los estudios que realizan, deportes que practican, nuevos amigos que hacen en el barrio, etc.
Comparto el agrado de que nuestro hijo terminó hace unos meses la escuela secundaria, ‘High School’, para continuar lo que en Quebec se llama el CEGEP. La estructura de estudios en esta provincia es diferente al resto de Canada. Estos quebecos nunca se detienen para “ser diferentes”, pero bueno, que le vamos a hacer…
No sólo finalizó sino que lo hizo con honores, fue el mejor alumno de su generación y la directora de la escuela le otorgo un trofeo conocido como ‘Principal’s Award’, su nombre quedó grabado en una placa en la escuela donde cada año se agrega un único alumno a la lista de ganadores.
Al día siguiente hubo una gran fiesta de graduación para celebrar con sus compañeros y los padres.
La costumbre de varias escuelas es que se la pasan en la pachanga toda la noche y se amanecen viendo salir el sol desde lo alto del Mont-Royal (eso lo hacen ya los jóvenes solos, los padres pasamos a retirarnos desde mucho antes).
¡Llegó a Canada siendo un niño y ahora es todo un joven muy bien integrado a su nueva realidad!
Tiene muchos amigos y amiguitAs !!